¡Sorpresa! … en la oreja había un escorpión!
Sí, eso es exactamente lo que le pasó a uno de nuestros pacientes.
Nos contactó por una extraña sensación en su oído que no era realmente dolor sino
una sensación de tener algo adentro.
Pensamos que era el habitual tapón de cerumen… pero en cuanto introducimos el
otoscopio dentro del oído nos sorprendimos: había algo raro… ¡Un pequeño escorpión!
Inmediatamente el médico procedió a extraerlo y medicar el interior de la oreja que
gracias a Dios no había tenido ningún trauma particular.
Y nuestro paciente pudo volver a disfrutar de sus vacaciones de inmediato.